Bibliotecología, etimológicamente proviene de las palabras griegas biblios = libros y logia = ciencia; traducida en su forma más literal como ciencia de los libros. Desde tiempos remotos existieron las bibliotecas, por ejemplo la famosa Biblioteca de Alejandría, sin embargo es a finales del siglo XIX donde se establece la primera Escuela de Biblioteconomía (Universidad de Columbia, 1877).
A lo largo de los años, con la explosión de la información y el auge de las nuevas tecnologías su campo de estudios se ha ampliado, asimismo no se ha llegado a un nombre estándar de la misma. En el Reino Unido se le conoce como Librarianship, en EE.UU Library Science (Library and Information Science); en Latinoamérica se denomina Bibliotecología, mientras que en países como España y Brasil se le llama Biblioteconomía. Adémas han surgido términos como Documentación y más recientemente el englobador término de Ciencias de la Información. El objeto de estudio es la información, independientemente del soporte que la contenga; nuestra disciplina se encarga de los procesos para poner esta información al servicio de los usuarios y el mercado laboral no solo se restringe a bibliotecas (universitaria, escolar, especializada, etc), sino a bibliotecas virtuales, centros de documetación e información, archivos, bases de datos, etc.
Por otro lado, existe el debate en si debería ser o no considerada una ciencia; opino que el hecho de que sea o no ciencia no impide que se haga investigación en nuestro campo, es más es imperativo que se haga.
Responsabilidad social de nuestra profesión...
Hoy en día la llamada Sociedad de la Información es más un deseo que una realidad, en este contexto los profesionales de la información (independientemente del nombre que se nos dé), tenemos el reto de asumir un papel más dinámico, como nexo entre la información (agente para el cambio social, esencial para la toma de decisiones y el desarrollo del país) y el usuario. No ser solo acopiadores de información sino comprometernos en la democratización del acceso a ésta, la inclusión social, la alfabetización (básica e informacional), la transmisión de la cultura y la identidad nacional sin dejar de lado el manejo de tecnologías y información, etc.
El desafío para la institucionalización tanto cognitiva como social de nuestra profesión es grande y debemos asumirlo...
Y ahora que contestarás la próxima vez que te pregunten ¿Biblio..qué?
Responsabilidad social de nuestra profesión...
Hoy en día la llamada Sociedad de la Información es más un deseo que una realidad, en este contexto los profesionales de la información (independientemente del nombre que se nos dé), tenemos el reto de asumir un papel más dinámico, como nexo entre la información (agente para el cambio social, esencial para la toma de decisiones y el desarrollo del país) y el usuario. No ser solo acopiadores de información sino comprometernos en la democratización del acceso a ésta, la inclusión social, la alfabetización (básica e informacional), la transmisión de la cultura y la identidad nacional sin dejar de lado el manejo de tecnologías y información, etc.
El desafío para la institucionalización tanto cognitiva como social de nuestra profesión es grande y debemos asumirlo...
Y ahora que contestarás la próxima vez que te pregunten ¿Biblio..qué?
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